Este blog se mudó a

Palabras Rojas
 
Aclaración preliminar (para todos los artículos)
El blog Alegre Subversión se mudó a http://palabrasrojas.blogspot.com/. El autor de A.S ya no se hace responsable por los puntos de vista expresados en ningún artículo publicado en este espacio, especialmente aquellos anteriores a septiembre de 2007. Este blog se conserva, únicamente, a modo de archivo, y no posee ningún otro valor.


sábado, junio 10, 2006

Para empezar con algo...

Estaba buscando en google cosas sobre la Internacional Situacionista (un grupo que se formó en 1957, del que ya voy a hablar), y encontré algo que me causó una mezcla de gracia, indignación, tristeza y odio. Pertenece a nuestro amado diario La Nación, sección espectáculos, del día 4 de julio de 2005. Lo pego a continuación:

"
El rock recuperó el espíritu de denuncia

Anteayer, el rock salió a reclamar un lugar que considera suyo por derecho propio: el de la denuncia, el de la rebelión, aquel que le dio su razón de ser en los iniciales y revueltos años sesenta. Anteayer, un centenar y medio de bandas y solistas convirtieron al 2 de julio en una marca en la historia y, con la masiva exhortación a los políticos del Grupo de los Ocho de que "tiene que ser posible" un cambio, retomaron el ideario que en los últimos años parecía haberles sido arrebatado por los movimientos globalifóbicos. (...) "

No se si habrán notado lo payasesco, lo malintencionado, lo sádico, lo perverso de esta nota, que se agrava luego cuando dice: "(...)
No es dinero, como entonces, lo que se pide, sino la puesta en movimiento y acción de las conciencias y su poder invisible. Declaración casi situacionista (...)"
el resto de la nota se puede revisar en
http://www.lanacion.com.ar/718288, pero no vale la pena (inclusive se pone peor cuando empieza a citar a Madonna y otros "grandes genios").

La cuestión es la siguiente:
tanto la rebeldía, como la denuncia, en menor medida también "el rock", como tantas otras cosas que brotaron o re-brotaron en los "años sesentas", (en particular en el Mayo francés de 1968, en el cual los situacionistas participaron e influyeron), surgieron como crítica radical a la sociedad conservadora, de clases, jerárquica, enajenada, mercantilizada, represiva, hipócrita, etc, a la que podemos llamar genéricamente sociedad burguesa (y en su versión aparentemente opuesta, la sociedad burocrática llamada "comunista", que también era criticada con energía). Esta crítica radical (es decir, de raíz, profunda) en muchos casos era una declaración de guerra a muerte contra el sistema y sus valores e instituciones, en particular contra los medios de comunicación masivos (diarios, radios, televisión, cine, etc). En el mayo francés, esta crítica devino en acción insurreccional, y diez millones de personas se lanzaron a la huelga general con ocupación de lugares de trabajo, estudio, recreación, etc. con levantamiento de barricadas y enfrentamientos con la policía, entre otros hechos que podemos considerar francamente revolucionarios -por más que no haya habido una propuesta superadora clara, y por más que el sistema se empeñe en vaciarlo de contenido y maquillarlo para que parezca inofensivo y hasta "simpático"-.

Se criticaba a la sociedad burguesa en su conjunto, no para reformarla sino para destruirla, arrasarla desde sus cimientos. Era por lo tanto un enfrentamiento muy claro contra aquellos cuyo lugar ocupan hoy en día "La Nación" "Clarin" "Pagina/12" "Cronica" etc. La Internacional Situacionista era el ala más extremista de este movimiento, proponiendo la huelga general salvaje -es decir, ilegal y sin sindicatos de por medio- que diera lugar a la autogestión generalizada de la sociedad, utilizando la autodefensa armada si fuera necesario -y lo iba a ser duda alguna-.

Por eso resulta repugnante que La Nación, el diario más reaccionario y defensor de la sociedad burguesa siquiera se atreva a nombrar a los Situacionistas, a los sesentas, a la rebeldía, a la denuncia y al rock, y más aún cuando lo hace aparentando simpatía y hasta nostalgia. Los medios de comunicación fueron los que se encargaron de neutralizar a todo el movimiento revolucionario de los sesentas y setentas -complementando la brutal represión física-, de la manera más repulsiva: incorporandolo a la cultura burguesa, dandole lugar, mostrandole simpatía, mercantilizandolo, tergiversandolo, vaciandolo de contenido, conservando solo su estetica.
Aparentando, en definitiva.

El megarecital del Live 8 fue exactamente eso: una megamentira, una farsa comercial, perfectamente integrada al sistema, inofensiva, que apunta a licuar la bronca de la gente convirtiendola en ansias de consumo.

Como dice la banda Todos Tus Muertos: Parodia Farsa y Burla, pilares del sistema...